domingo, 20 de noviembre de 2016

San Pedro, paraje de poetas.





Camino con mi perro
por la arena blanca del río.
Me detiene un hombre desnudo
salvo por un shorcito.
Lleva un tronco en sus manos.
Indaga si soy de acá,
no me ha visto antes.
Me enseña su tronco y me consulta
a qué animal prehistórico
podría pertenecer esa pata fosilizada.
Observo el tronco y trato de imaginarlo
brotando de un reptil gigantesco.
Siento orgullo de tener pinta de saber.
Deliberamos.
El hombre concluye que se trata
de un dinosaurio. Escondo mi desconcierto
 y nos decimos adiós.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

charlemos por acá